La dirección pública es una de las áreas de la gestión pública española menos evolucionada, 
siendo infructuosos o ineficaces los intentos emprendidos por profesionalizar dicha función. Esta 
deficiencia cobra mayor importancia si cabe en un momento como el actual presidido por la búsqueda 
de la transparencia, la cercanía al ciudadano y la mejora en la calidad de la acción pública.
La obsoleta función directiva pública.
La dirección pública es una de las áreas de la gestión pública española menos evolucionada, 
siendo infructuosos o ineficaces los intentos emprendidos por profesionalizar dicha función. Esta 
deficiencia cobra mayor importancia si cabe en un momento como el actual presidido por la búsqueda 
de la transparencia, la cercanía al ciudadano y la mejora en la calidad de la acción pública.La dirección pública es una de las áreas de la gestión pública española menos evolucionada, 
siendo infructuosos o ineficaces los intentos emprendidos por profesionalizar dicha función. Esta 
deficiencia cobra mayor importancia si cabe en un momento como el actual presidido por la búsqueda 
de la transparencia, la cercanía al ciudadano y la mejora en la calidad de la acción pública.
La dirección pública es una de las áreas de la gestión pública española menos evolucionada, 
siendo infructuosos o ineficaces los intentos emprendidos por profesionalizar dicha función. Esta 
deficiencia cobra mayor importancia si cabe en un momento como el actual presidido por la búsqueda 
de la transparencia, la cercanía al ciudadano y la mejora en la calidad de la acción pública.





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